Cuando hablamos de Passivhaus o estándar Passivhaus, aunque para algunos aún pueda sonar como un concepto casi nuevo, hablamos de un modelo de construcción surgido en Alemania y Estados Unidos en los años 80 que, básicamente, propone obtener elevados niveles de confort interior manteniendo un consumo energético muy bajo, contribuyendo así a un importante ahorro de la factura energética y, por supuesto, a frenar los efectos que provocan el cambio climático.

Este estándar no supone el uso de un tipo de producto, material, o estilo arquitectónico específicos, sino la optimización de los recursos existentes a través de técnicas pasivas. Se logran así viviendas eficientes en cuanto a consumo energético.

Para el diseño de edificios que sigan este estándar, hay que tener en cuenta diferentes factores como la ubicación (zona, altitud, climatología…), la forma del edificio, la orientación y el entorno que le rodea.

 

Estos son los 5 pilares básicos en los que tendremos que basarnos a la hora de desarrollar y construir un proyecto de construcción pasiva o Passivhaus.

  • Excelente aislamiento térmico

Uso de asilamientos con espesores y conductividades notables, adaptados a las necesidades de la localización.

  • Ventanas y puertas

Las ventanas y puertas son puntos lógicamente críticos en este modelo, por lo que se deberá tener especial consideración tanto en su colocación y ubicación como en su calidad y prestaciones.

  • Ausencia de puentes térmicos

Control extremo y eliminación de los puentes térmicos.

  • Ventilación mecánica

Con sistemas de recuperación de calor que garantice un aire interior de calidad

  • Hermeticidad al aire

Las aperturas u orificios en la envolvente del edificio generan flujos de aire y hay que eliminarlos para evitar posibles condensaciones y pérdidas de temperatura.

Principios del Passivhaus

 

Para demostrar que la vivienda ha sido construida y cumple los requisitos del estándar Passivhaus, habrá que certificar dicha vivienda con una entidad certificadora válida.

 

 

Se exigirán los siguientes valores para poder certificarla como Passivhaus:

  • Una baja demanda energética en energía primaria < 120 kWh/(m²a) (calefacción, agua caliente y electricidad),
  • Demanda en calefacción y en refrigeración menor de 15 kWh/(m²a)
  • Hermeticidad < 0,6 renovaciones de aire por hora (valor con un diferencial de presión de 50 Pa)

Solo cuando haya sido certificada podremos decir que, esa vivienda, es una vivienda Passivhaus.

 

Hoy firma:

José Álvarez

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